Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Romanos tardíos - El Imperio hacia el Ocaso


En el siglo V d.C. el Imperio Romano de Occidente tenía los días contados. Desde la muerte del emperador Teodosio I (395), los territorios romanos se habían dividido entre sus hijos Honorio y Arcadio. El primero recibió Occidente; el segundo, Oriente. Sus capitales fueron respectivamente, Milán (más tarde, Rávena) y Constantinopla. No era la primera vez que se dividía el Imperio, pero fue la definitiva. Esta división, lejos de facilitar la gestión económica y militar del Imperio, fue una fuente de problemas que a la postre condujo a la desaparición de la parte Occidental en 476, si bien el Imperio Romano de Oriente, persistió durante toda la Edad Media (hasta 1453) con el nombre de Bizancio.

Uno de los motivos de que Occidente cayese ante las migraciones bárbaras, fue que el propio ejército romano estaba formado en esta época, principalmente por bárbaros. No se trataba ya de las unidades de "foederati", que el Imperio contrataba desde antiguo (y que continuaban existiendo), sino de que las propias "legiones "romanas" se nutrían ahora de elementos godos, francos, sármatas...


La ciudad de Roma a estas alturas, no era capital de nada; pero continuaba siendo un referente "espiritual", tanto entre los paganos (que quedaban) por haber sido la cuna del Imperio, como entre los cristianos, que no olvidaban que allí habían muerto San Pedro y San Pablo. Pues bien, el ejército "romano" no fue capaz de impedir que la ciudad fuese tomada y saqueada en 410 por los godos de Alarico y en 455 por los vándalos de Genserico.

Y cuando en 476, los hérulos al mando de Odoacro, tomaron Rávena y depusieron al que fue último emperador, Rómulo Augústulo, enviando las insignias imperiales a Constantinopla, el Imperio Occidental desapareció para siempre. No así su herencia: el Derecho Romano y las ideas políticas y artísticas tomadas de los griegos, dieron forma junto al Cristianismo y las costumbres germánicas, a una nueva Europa.


La viñeta representa el grupo de mando de la legión comitatense de los "Regii", acuartelada en Italia. El dibujo del escudo está tomado de la "Notitia Dignitatum", documento datado entre finales del siglo IV y principios del V, que detalla el número y situación de las unidades romanas, así como sus emblemas.


Hablaremos más extensamente de estas "legiones crepusculares" en una próxima entrada, entretanto adelantemos que estos soldados ya no tenían nada en común con las legiones de los tiempos de oro del Imperio. Para empezar, las famosas "águilas" habían desaparecido como símbolo de las legiones, siendo sustituidas por el "draco", de origen sármata, su portador, era denominado "draconario". Todo el armamento, tanto ofensivo como defensivo, se había "barbarizado", al igual que el elemento humano. 


La "lorica segmentata" había dejado su lugar a la cota de mallas que antaño usaban sólo los "auxiliares". También se usaban cotas de escamas, y otras más ligeras, de cuero, a veces reforzado con placas . El antiguo casco tipo "gálico imperial", que era forjado de una pieza (aparte carrilleras o viseras) se sustituyó por otros de forja más sencilla que se componían de varias piezas. El más común fue el llamado "tipo intercisa", que portan tres de las figuras que podemos ver; su "cuenco" está fabricado en dos piezas sobre las que lucen una "cresta" metálica; por lo que son también conocidos como "cascos crestados"; algunos eran adornados con cimeras de crin de caballo. El cuarto soldado (el "cornicern") lleva un "Spangenhelm", formado por cuatro piezas. El Spangenhelm (con mínimas variaciones) tendría una larga historia en la Temprana Edad Media.


Otros elementos habían comenzado a ser sustituidos ya en el siglo III, durante el período del "Imperio Medio", que también tendrá su post (aquí). Durante ese tiempo, el escudo cóncavo rectangular, el "pilum" y el "gladius", se habían convertido en el escudo liso ovalado, la "lancea" y la "spatha". 

Todas estas armas pasarían a los ejércitos medievales con mínimos cambios.


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Figuras de "Black Tree Miniatures". 28mm.