Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Alejandro el Magno, favorito de los dioses

Alejandro el Magno (356-323 aC).

De nuevo me animo con una figura "grande", bastante grande. De hecho; los "75 milímetros" son algo bastante serio. Fue como un reto: alguien muy próximo me la regaló y me dijo algo así como "A ver si te atreves con esto". Y claro, ¿qué iba a hacer? Pues echarle narices, abandonar durante quince o veinte días a mis chiquitajos de 15 y 28mm e intentar que la figura en cuestión quedase lo más presentable posible. 

Se trata, como veis, de Alejandro el Magno representado como conquistador de Egipto; lo que se aprecia observando el suelo arenoso que pisa y ese fragmento de un relieve con jeroglíficos arrojado a sus pies. Todo un símbolo.


La figura es una magnífica creación de Miniaturas Andrea. Lo malo y engorroso del asunto es que se sirve en "tropecientas" piezas, y aunque no es la primera vez que me encuentro con el tema, aquí me ha sido del todo imposible ensamblarlas debidamente; torpe que es uno... Claro, acostumbrado a las "minis-minis"... El caso es que algunas de las junturas he tenido que enmasillarlas para que no "cantaran" demasiado. (Pero me temo que "cantan" aún).  :_(

En fin, aparte de que la figura en cuestión me encanta, me ha servido para ensayar algo que me apetecía hacer desde hace tiempo y no había tenido ocasión de probar: pintar las luces de la miniatura con óleos. 

Así que después de tener los colores base pintados con Vallejo, como siempre, me agencié unos cuantos tubos de óleo y comencé la tarea. ¿Y qué queréis que os diga? Pues que el óleo se me antoja un material harto difícil de manejar, debido a lo grueso de su pigmento. Eso sí, no tardé en percatarme de que aplicándolo muy diluido (en aguarrás, nada de trementina que es lo mismo, pero el doble de caro), podía difuminarlo con cierta soltura. 


Luego está el tema de lo que tarda en secar este material. Mientras que los acrílicos secan en unos cuantos minutos y los esmaltes en media hora, el óleo puede tardar semanas. Y más semanas cuanto menos diluido se aplique. Pero en fin, después de todo el sufrimiento que me dio el asunto, el resultado parece cuanto menos "pasable". 

Seguramente tardaré en volver a utilizar óleos, su acabado es muy vistoso pero sus inconvenientes grandes, en mi opinión. Y desde luego, sólo lo recomendaría para figuras "grandes". Añadiré que para los "metales" he utilizado una vez más "Bona Pint".

Al pintar la figura, huí de que se pareciese a Colin Farrel y al fatídico Alejandro que interpretó en "Alexander". Procuré ponerle unos rasgos más duros, de manera que recordase más al británico Richard Burton (que también interpretó al macedonio) que al americano.


Y especialmente procuré poner otros colores en su vestimenta, huyendo también del vestuario impuesto por Oliver Stone. Porque se ven "Alejandros de Andrea" por ahí que (lo juro) parecen niños de Primera Comunión. Muy bien pintados y ensamblados (mejor que el mío, seguro) pero "niños de comunión": capa blanca, túnica blanca, botas blancas... ¡venga, hombre...!

Para los colores me he basado en dibujos de Angus McBride y Peter Connolly, más algún detalle de mi cosecha. Lo único "blanco" de mi figura es la "coraza de lino", que ciertamente aparece en tal color en toda la iconografía (antigua y actual) sobre Alejandro, empezando por el célebre mosaico de Pompeya (actualmente en el Museo Arqueológico de Nápoles, por cierto).

En cuanto a la "sombra de barba" que se supone debe figurar en todas las figuras grandes, no he hecho ningún caso a la "norma", ya que Alejandro impuso la costumbre (que copiaron los romanos) de afeitarse todos los días. Así que me ha parecido más apropiado presentarle en un momento de tranquilidad, recien afeitadito y sin salpicaduras de sangre por todos lados. Podría estar contemplando las pirámides y pensando que desde ellas "diecisiete siglos le contemplan"...  ;)


Hagamos ahora una breve semblanza de Alejandro (pero "breve" de verdad, que ya me he enrollado en demasía con temas pseudo-técnicos.

Eso sí, lo primero que convendría tener claro al hablar de Alejandro, es que no hubiese hecho nada interesante sin la labor previa realizada por su padre: Filipo II, rey de Macedonia entre 355 y 336 aC. Porque fue Filipo quien concibió la idea de conquistar el Imperio Persa para vengar la invasión de Grecia durante las Guerras Médicas; como fue también Filipo el creador del mejor ejército de su época. Pero no se puede negar a Alejandro el mérito de haber empleado la herencia paterna con una inteligencia y un sentido de la estrategia que le permitió dejar tanto en Occidente como en Oriente, memoria indeleble de su nombre hasta el día de hoy. Y nunca perdió una batalla.


Ahora sí, esquemáticamente: (todos los años son antes de Cristo)

356. Nace en la capital de Macedonia, Pella, hijo de Filipo II y la reina Olimpia.
342. Se nombra a Aristóteles como su tutor.
338. Batalla de Queronea, Filipo vence a atenienses y tebanos. Alejandro, con 18 años, dirige la caballería.
336. Muere asesinado Filipo. Alejandro hereda el trono.
335. Destruye Tebas que se había rebelado contra el poder macedónico. Campañas en el Danubio e Iliria contra las tribus montañesas.  
334. Comienza la campaña persa. Victoria en Gránico (Asia Menor) contra los generales del rey Darío III Codomano.
333. Victoria en Issos (Cilicia) frente al propio Darío. Toma de Tiro, en Fenicia.
332. Conquista de Egipto.
331. Fundación de Alejandría. Visita el Oasis de Siwah, santuario de Amón. Victoria de Gaugamela (Norte de Irak). Darío III huye.
330. Incendio del palacio de Persépolis. Darío III asesinado por el sátrapa de Bactria. Campañas de Hircania, Aria, Aracosia.
329-328. Campañas de Bactriana y Sogdiana.
328. Revueltas en Sogdiana. Alejandro se casa con la princesa Roxana. Introduce el ceremonial cortesano persa, contra la opinión de sus generales.
327. Comienza campaña de la India. La "Conjura de los Pajes". Ejecución del sobrino de Aristóteles (Calístenes), complicado en la conjura.
326. Victoria en la India, sobre el rey Poros, en la batalla del Hidaspes.
325. Llega a Pattala, en el delta del Indo. Retirada. Travesía de los desiertos de Gedrosia y Maka.
324. Bodas de Susa entre soldados macedonios y mujeres persas. Huida de Harpalo con el tesoro real. Motín de los soldados. Reconciliación en Opis. Muerte de Hefestión, su mejor amigo, en Ecbatana.
323. Muere Alejandro en Babilonia. Su Imperio se reparte entre sus generales.


En algún momento volveré sobre la figura de Alejandro, uno de los mayores conquistadores que ha conocido la Historia, un hombre que con todos sus defectos, pretendía unir la milenaria cultura oriental con los logros de la filosofía griega. Si el destino le hubiese concedido algunos años más (murió a punto de cumplir los treinta y tres, "los favoritos de los dioses mueren jóvenes", dicen), posiblemente la Historia Universal hubiese sido otra. Y seguramente, mejor. Nunca lo sabremos.

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Sobre su ejército, tengo un primer post publicado aquí, con sus principales tropas: la falange y los "hetairoi", su caballería de élite. En un futuro publicaré otra entrada con las figuras de los hipaspistas,  agrianes, arqueros cretenses y otras clases de combatientes, algunas de las cuales ya tengo pintadas.

(Edición posterior: la segunda parte, aquí).

Aquí, los tubos de óleo sirven para dar una idea del tamaño de la figura.

Una nota sobre la película "Alexander" (Oliver Stone, 2004), que antes citaba: Si Alejandro hubiese sido como nos lo presenta Stone, jamás hubiese tenido tiempo de conquistar nada; todo el rato hubiese estado correteando detras de muchachas ... o muchachos. Bisexual sí fue; obseso sexual, no. Si quitamos las escenas de alcoba (o "alcobo"), y nos centramos en las secuencias bélicas y políticas, la película gana mucho.


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Recomendación literaria: Entre las abundantes (abundantísimas) biografías del macedonio, una de las mejores es "Alejandro Magno", amenísimo ensayo de Mary Renault, británica nacida en Sudáfrica y especializada en novelas históricas ambientadas en el mundo helénico. La edición que poseo es la de Edhasa, 1991.


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La figura, como queda dicho, es de "Miniaturas Andrea", en 75mm.