Desde hace algo más de cuarenta años, vengo traspasando a figuras de plomo las influencias que libros, películas, ilustraciones e incluso "comics", han ido dejando en mí.

Las figuras que pinto, son en su mayor parte "miniaturas militares", ya que ha sido la Historia, especialmente la Antigua y Medieval, mi mayor fuente de "inspiración". Las escalas más frecuentes que utilizo, son las de 15, 25 y 28 mm. Son las mismas que utilizan los "wargamers", con los que coincido en la necesidad de representar grandes unidades en un mínimo espacio.

Los textos con que acompaño las miniaturas, en ningún caso pretenden ser exhaustivos, ni estudios sobre el período de que se trate. Sólo trato de comentar sucintamente, el ambiente (histórico o imaginario) en que se movieron las figuras representadas.

Animado por amigos y familiares, y especialmente por mi amiga Kirei (artífice además, del soporte técnico que podéis ver), me decido a mostrar públicamente parte de mi colección. Continuaré añadiendo entradas periódicamente.

Llevado de mi impenitente cinefilia, me permito en algún caso, recomendar títulos que pueden ampliar datos a los posibles interesados en los temas tratados.

Espero que os gusten "mis" figuras. Si se os ocurre hacer algún comentario, sugerencia o rectificación, no dudéis en contactarme.

Entidades lovecraftianas - Cthulhu mismísimo

"Que no está muerto lo que yace eternamente..."

Comienzo con este post una nueva tanda de publicaciones con las figuras que he pintado desde los últimos días de  junio (última publicación) hasta finales de octubre. Algo más de un centenar han sido, por lo que la media de figuras pintadas por día, alcanza la cifra de 1'21 independientemente de las escalas. No se me ha dado mal el cuatrimestre.  :)

Y considerando que esta noche es Halloween (de 2015), parece oportuno empezar las publicaciones (contando ésta, serán seis en los próximos días) con la figura de una entidad terrorífica, maligna como ella sola, la más famosa entidad lovecraftiana: Cthulhu. Así, mientras brujas, demonios y esqueletos bailan por los montes cogidos de la mano, yo voy a redactar este post. Hale, a lo que vamos. 

Detalle de la maligna mirada de Cthulhu.

Cthulhu ha dado nombre a toda una corriente literaria terrorífica: "Los Mitos de Cthulhu", precisamente. Pero para hablar de Cthulhu y sus mitos, hay que hablar de su creador: Howard Phillips Lovecraft, conocido también como HPL o "el maestro de Providence". Hace cuarenta años éramos "cuatro" (es un decir) los que conocíamos la figura del que fue renovador de la literatura de terror en las primeras décadas del siglo pasado, pero afortunadamente, a fecha de hoy (octubre 2015) digitar "Lovecraft" en Google arroja inmediatamente 11.200.000 resultados, lo que indica claramente que la valoración de su obra va en aumento.

Lovecraft nació en Providence (Rhode Island, EEUU) en 1890 muriendo en la misma localidad en 1937. Comenzó a escribir muy joven, con las influencias confesadas de Edgar Allan Poe, Lord Dunsany y Arthur Machen, entre otros. Su mayor logro fue la combinación de los elementos góticos, poéticos y fantasmales de sus antecesores, con un gran conocimiento de las antiguas mitologías y ritos arcanos, producto de prolongadas lecturas en su infancia y primera juventud, a lo que añadió una visión del Cosmos como algo terrorífico, desconocido y semillero de criaturas extrañas e indescriptibles. Su estilo fue pronto bautizado como "horror cósmico", significando un entronque clarísimo entre el Terror y la Ciencia Ficción.


"... y con los evos extraños, aún la misma Muerte puede morir."

Creó un panteón de entidades cuasi-divinas o grandes demonios, conocidos como los Primigenios, frente a los que opuso a los Dioses Arquetípicos. Creó igualmente  entidades menores y razas pre-humanas o híbridas, así como lugares malditos y ciudades míticas, centro de antiguos ritos olvidados e incluso libros prohibidos. 

Entre los Primigenios están: Cthulhu, "el que yace eternamente" (pero que a veces se levanta y monta un sarao importante), Nyarlathotep, "el caos reptante", Yog-Sothoth,  "el que acecha en el Umbral", Azathoth, "el que aúlla en las tinieblas"... Característica inquietante de estas entidades es su poder para moverse libremente por el espacio-tiempo, pudiendo trasponer las dimensiones, ya por propia voluntad, ya por invocación de sus adoradores.

Otras entidades de menor poder son: la Gran Raza de Yith, los Perros de Tíndalos, las Descarnadas Alimañas de la Noche... Entre las ciudades malditas y olvidadas: R'lyeh, hundida en algún lugar del Pacífico, Irem de los Mil Pilares, perdida en el desierto de Arabia; Kadath, enterrada en la Antártida...



También creó ciudades humanas "modernas", en las que acontecieron extraños y sacrílegos sucesos: Dunwich, Innsmouth, Arkham... por no hablar de otra de sus más reconocidas invenciones "La Universidad de Miskatonic".

Todos estos personajes y lugares fueron ampliados por la pléyade de escritores que siguieron su estela. Ejemplo de esta ampliación es el apartado de los "libros prohibidos". Lovecraft inventó el "Necronomicón", escrito por el árabe loco Abdul Alhazred en el siglo VIII, donde se compendiaba el saber oculto y olvidado, se estudiaba a los antiguos demonios y contaba con invocaciones a blasfemas entidades extraterrestres. Se dice que su lectura podía provocar la locura... o la presencia de ciertos seres indeseables e indescriptibles que podían destruir al lector.

 Siguiendo este precedente, Clark Ashton Smith ideó el "Liber Ivonis" (Libro de Eibon); Robert Bloch, "De Vermis Mysteriis" (Los Misterios del Gusano); Robert E. Howard (el creador de "Conan"), inventó el inquietante "Unaussprechlichen Kulten" (Cultos sin nombre)...


A su vez, Lovecraft recogía las ideas de sus seguidores (con los que mantenía un frecuente contacto epistolar, algo muy en boga en su época) y los re-introducía en sus propias creaciones, con lo que se creaba (para el lector) una sensación de veracidad que redundaba en el éxito creciente de sus publicaciones. La mayoría de las obras de Lovecraft fueron editadas en la revista Weird Tales (Cuentos Extraños) durante los años veinte y treinta.

 Su fama creció exponencialmente tras su muerte, cuando sus relatos fueron publicados en tomos. Su influencia en otros escritores fue inmensa; hoy entre "Los Mitos de Cthulhu" figuran miles de relatos debidos a autores de todos los continentes. Más tarde, sus obras han sido llevadas al Cómic, al Cine, incluso a Juegos de Rol, donde los "puntos" a perder en el desarrollo de la partida eran... puntos de cordura. Claro, no podía ser de otra manera.


Aquí, Cthulhu nos muestra sus habilidades para pasar de una dimensión a otra en un "pis-pas".

Pero el Cine no ha captado la esencia del terror lovecraftiano. O no ha considerado "rentable" hacerlo.

 Las adaptaciones cinematográficas que de la obra de HPL se han hecho, cargan las tintas en lo macabro, en la ultratumba, en lo sanguinolento... y no. No van por ahí los tiros.

Cierto que algunas de sus obras (las primeras), rozan los elementos comentados, pero sus grandes títulos pertenecen a lo que ha dado en llamarse "horror cósmico". Son historias muy alejadas del terror habitual y emparentan por derecho propio con la Ciencia Ficción. El origen de estos relatos, está en la siguiente teoría (que Lovecraft desarrolla a lo largo de sus diferentes títulos):


Hubo una vez, hace millones de años, dos Grandes Razas que dominaron (en pugna entre ellas), el Universo y (cómo no) la Tierra. La población pre-humana que en aquel tiempo habitaba nuestro planeta, les adoró como las entidades semi-divinas que eran. Pero en su avance quebraron las Leyes Inmutables, y entonces "Los Dioses Arquetípicos" (entidades superiores), les arrojaron a los confines del Espacio o a las profundidades de la Tierra". Cthulhu está sepultado en vida en algún lugar del fondo del Pacífico, Yog-Sothoth y Azathoth desterrados al Caos, más allá del continuo espacio-temporal...

Sin embargo, desde sus apartados confinamientos, esas entidades acechan continuamente, esperando el momento en que las constelaciones en el cielo adopten las posiciones correctas que les permitan volver a poseer la Tierra. Y en ello son apoyados por ciertas sectas humanas que han conservado a través de los siglos los antiguos conocimientos. Y que con sacrificios blasfemos e impías invocaciones no cesan de intentar abrirles Las Puertas".

Como se puede suponer, el llevar dignamente al cine ideas tan amplias y tan complejas, requiere no sólo muchos-muchos dólares, sino también una gran dosis de genio e imaginación. Difícil lo tenemos.

(Lo anterior, en cursiva y salmón, lo escribí hace años para una página de Cine amiga. Como básicamente trataba de reflejar aquí las mismas ideas, vale un "copy-paste" con mínimas actualizaciones).


Curiosamente, no las grandes Productoras, sino pequeñas comunidades cinéfilas han sido las que (para mi gusto) han logrado acercarse más digna y honradamente al espíritu de Lovecraft. Y digo "honradamente" porque tomar una idea de una novela lovecraftiana, cambiarla completamente añadiendo elementos de gore puro y de thriller después de olvidarse de la cosmicidad y atemporalidad de los Mitos, y estrenarla bajo el nombre de Lovecraft, (como han hecho comúnmente conocidas cinematográficas) no me parece honrado. Claro, "taquilla" han hecho, pero...

El horror que nos comunica Lovecraft, se basa en su habilidad para sumirnos en un abismo espacio temporal, en hacernos conscientes de que nuestros ancestros del Carbonífero se alimentaban de gusanos e insectos mientras reptaban por cenagosas charcas bajo inmundos y gigantescos helechos, amenazados siempre por algo más grande que ellos, con muchos dientes y mucha hambre. Porque como dijo Freud: "Lo siniestro es lo que un día fue familiar y se ha olvidado". Lovecraft lo sabía, los modernos cineastas (al parecer), no.

Pero hablaba antes de las producciones "lovecraftianas" hechas por pequeñas asociaciones  cinéfilas, y en este contexto, voy a recomendar tres títulos, tres cortos hechos con poco presupuesto pero con mucha imaginación. Y se trata de adaptaciones de tres de los mejores títulos de Lovecraft.


La Llamada de Cthulhu
Título original: The Call of Cthulhu
Andrew Leman, 2005 (Usa)
Tiene la particularidad de estar filmada en blanco y negro y en "mudo". Se trataba de imitar el estilo de cine que se hacía en el momento en que Lovecraft escribió la novela. Rodada con actores aficionados. 50 minutos.
Escrita por HPL en 1926

En las montañas de la locura
Título original: Le montagne della follia (italiano)
Título original de la obra: At the Mountain of Madness
Michelle Botticelli, 2008 (Italia)
Rodada en animación. 35 minutos
Escrita por HPL en 1931

En la noche de los tiempos
(TCC: La sombra fuera del tiempo)
Título original: The Shadow Out of Time
Richard Svensson y Daniel Lenneér, 2012 (Usa)
Rodada en mezcla de animación y actores reales. 15 minutos
Escrita por HPL en 1934 


Libros.- Si alguien que no conociese previamente a Lovecraft gusta de iniciarse en este mundo, recomiendo vivamente "Los Mitos de Cthulhu", (Alianza Editorial) excelente recopilación del maestro de Providence, acompañada de otros relatos de precursores y continuadores. Y prologada además por Rafael Llopis, una autoridad en la materia.

El Maestro.

- Sobre la pronunciación de Cthulhu - 
Lovecraft dejó escrito que el sonido de ese nombre era impronunciable para una garganta humana. Pero también dejó escrito que se trataba básicamente de dos silabas, lo que desacredita muchas pronunciaciones que se oyen y se leen por esos mundos y que no repetiré para no herir susceptibilidades. Como de alguna manera tenemos que expresarlo fonéticamente, diré que la mayoría de círculos de adeptos que conozco desde mitad de los años setenta, vocalizan "Tuljú". Dicho lo cual, y en función de lo anterior, cada uno puede pronunciarlo como guste.



¡¡¡Feliz Halloween!!!


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La figura es de "Reaper Miniatures".


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